miércoles, 1 de diciembre de 2010

El Volcán Masaya: un lugar sagrado

En 1555, el fraile Francisco de Bobadilla plantó en la cumbre del Volcán Masaya una cruz para detener al demonio. Pensaba que el cráter era la boca del infierno.

Este volcán majestuoso se encuentra en la región del Pacífico de Nicaragua, junto a las ciudades de Managua, Masaya y Carazo.

Cráter del Volcán Masaya
El volcán se convierte, tras contemplarlo, en un lugar sagrado. Ya lo era en la época de los indígenas, cuando las tribus precolombinas lo rodeaban. Se trata de un lugar venerable, tiene carácter para serlo, pero también es un monumento natural. De hecho, está protegido bajo el estatus de parque nacional.

Ilustración popular del Volcán Masaya

Su cráter activo expulsa de manera constante a la atmósfera una nube de azufre, vapor de agua y dióxido de carbono alrededor de su perímetro, que mide kilómetros. La tierra está viva y queda demostrado en esta maravilla natural, que sorprende a todos los visitantes.

Con David y Manu en el Lago Apoyo
Una vez finalizada la visita, nos hemos trasladado al lago de Apoyo, donde hemos disfrutado de sus hermosas vistas. Apoyo es el lago más grande de Nicaragua, con un diámetro de 6 kilómetros en forma circular.

En la foto, aparecemos David, Manu y yo, tres de los integrantes de la séptima brigada de Jóvenes con América Latina, disfrutando de las vistas que nos regala el lago. Les dedico esta entrada a mis colegas de grupo.

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