lunes, 6 de diciembre de 2010

“No sean revolucionarios, sean dignos”


Doña Martha Eriberta Valle parece una mujer sencilla y amable que nos muestra los sistemas de riego instalados de los campos de cultivo de la Federación de Cooperativas de Mujeres Productoras del Campo de Nicaragua (Femuprocam) de Terrabona. Su historia sorprende, ejerció como diputada del Frente Sandinista de Liberación Nacional en la Asamblea Nacional de Nicaragua entre 1996 y 2001, cuando el partido estaba en la oposición.

Su vida siempre fue el campo y una vez que ganó las elecciones el Frente Sandinista se desvinculó de la política. “Hay gente que cuando llega a lo grande, se olvida de sus orígenes”, destaca Martha, quien defiende el trabajo desde las bases rurales, donde siempre se sintió más cómoda.
Doña Marta, Cooperativa Femuprocam (Terrabona)
Doña Martha Eriberta Valle
Podría permanecer en Managua, con un buen puesto, pero lucha desde el campo. “No sean revolucionarios, sean dignos”, destaca Martha mientras resalta que la verdadera revolución es aquella que consigue el progreso de los campesinos, la dignidad de la clase proletaria por encima de grandes consignas revolucionarias.

Me parece una mujer coherente, con una vocación solidaria de corazón, con una fuerza que contagia y que anima a luchar por las clases sociales más desfavorecidas. Defiende que no existen los pobres, sino personas con falta de oportunidades y recursos.

Así, dirige todo su esfuerzo a las familias con más limitaciones y en su cooperativa se han logrado generar hasta diez variedades diferentes de tomate y chile, entre otros productos. Con ello, los lugareños se hacen agentes activos en la vida económica y no se ven obligados a emigrar.

Martha quiere que el mundo rural nicaragüese no emigre, que permanezca en el campo, y ha desarrollado junto al resto de socios de la cooperativa un innovador sistema de riego para la recuperación de las tierras que cultiva, las más áridas del país. “Queremos demostrar que los suelos se pueden mejorar para que la gente no emigre”, destaca.
Campo cultivo de la Cooperativa Femuprocam (Terrabona)
Campos de cultivos de Terrabona (NIcaragua)
La zona de influencia de los cultivos era árida, sus suelos estaban erosionados como consecuencia de las malas prácticas forestales, a lo que se unió el hecho meteorológico de que no lloviera durante 14 años. Sin embargo, la cooperativa de mujeres luchó por cambiar esta situación, y lo hizo a través de la creación de pozos de agua subterránea. Además, han instalado un molino de energía eólica para no depender de las compañías eléctricas. 
 
FORMACIÓN CAMPESINA

En el proceso de promoción de las mujeres campesinas, Martha subraya la necesidad de formar a los campesinos. “Yo me alfabeticé. A nosotros se nos tuvo como ignorantes para explotarnos”, según Martha, quien cree que el proceso formativo hace más libres a las personas.

Sandinista de convicción, no tiene inconvenientes en reconocer los errores que, a su parecer, ha cometido el Gobierno de Daniel Ortega desde que llegó al poder. Así, resalta la necesidad de cambiar los conceptos de educación, una nueva concepción que despierte el espíritu emprendedor, para que el campesino se convierta en actores activos y no en  un mero receptor de ayudas o subvenciones. Este concepto, destaca, se alcanza desde la educación.

Dentro de los proyectos de futuro, la Federación de Cooperativas de Mujeres Productoras del Campo de Nicaragua contempla la creación de un instituto agropecuario que permita fijar la población de estudiantes que, tras estudiar en la ciudad, no regresan a su casa.

1 comentario:

  1. Diputada en la oposición y vuelta al campo al llegar su partido al Gobierno, qué grande mi tocaya con h!

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